Morata revienta la paz de Donaueschingen
Donaueschingen (Alemania), 13 jun (EFE).- De nuevo en el foco antes de una Eurocopa, Álvaro Morata hizo saltar por los aires la paz que se respiraba en Donaueschingen. El sentimiento de sentirse eternamente juzgado, en discusión pese a sus números, maltratado por algunos aficionados, provocan que el capitán de la selección española cambie el paso. De los silbidos de La Cartuja al Bernabéu, puñales que le hacen replantearse que quizás lo mejor, sea dar un paso al costado.
Donaueschingen (Alemania), 13 jun (EFE).- De nuevo en el foco antes de una Eurocopa, Álvaro Morata hizo saltar por los aires la paz que se respiraba en Donaueschingen. El sentimiento de sentirse eternamente juzgado, en discusión pese a sus números, maltratado por algunos aficionados, provocan que el capitán de la selección española cambie el paso. De los silbidos de La Cartuja al Bernabéu, puñales que le hacen replantearse que quizás lo mejor, sea dar un paso al costado.
"No voy a llorar ni a quejarme". Es una frase que ha repetido Morata las dos veces que ha hablado en la concentración previa de la Eurocopa y que precede a expresar un sentimiento que lleva en lo más profundo, que hace que hasta se alegre por jugar con la selección lejos de su país. Un sinsentido para el cuarto máximo goleador de la historia de la selección. Máximo artillero en las Eurocopas.
Con el mismo respaldo de Luis de la Fuente que el que realizó a capa y espada Luis Enrique Martínez que incluso exageró en el halago con tal de recuperar el ánimo de Morata en 2021 antes de la última Eurocopa. Lo llegó a situar, respaldado por la estadística de aquel momento, por encima de delanteros de la talla de Kylian Mbappé o Karim Benzema.
Y su capitán le respondió marcando a Polonia tras un estreno en el torneo en el que escuchó silbidos en plena Eurocopa de su propia afición y convirtiéndose en su gol en la prórroga de octavos de final a Italia en el futbolista español con más tantos en las Eurocopas con seis dianas, superando los cinco de Fernando Torres y los cuatro de David Villa, dos figuras claves en la época dorada del fútbol español.
Instalado permanentemente en los extremos. A puertas de su tercera Eurocopa, Morata salió de la línea de declaraciones en las que estaban instalados el resto de internacionales.
"Si miras los últimos partidos con la selección se ve que lo he pasado mal y ¿por qué? Si soy un jugador que lleva la camiseta de España, que presiona, que voy al choque... otra cosa es que falle un control pero todos fallan. Al final sé que hay gente que me apoya pero tengo otra parte que...", lamentó en una entrevista con la SER que fue el tema del día en Donaueschingen.
Sus compañeros arroparon al capitán, centro de las bromas antes del entrenamiento, con Nacho Fernández, con quien comparte años de amistad, muy pendiente de que Álvaro no se descentre a dos días del estreno en la Eurocopa de Alemania, la que siente que es último gran torneo como internacional.
"Cuando termine la Eurocopa es el momento de hablar, ahora no toca, no quiero dar la sensación de que me estoy quejando y soy un llorón. Habrá gente que piense que es normal silbar pero es un tema que debo hablar, abrirme y decir como me he sentido yo", dijo cuando fue preguntado por los silbidos del Bernabéu ante Brasil.
"Sé que puede ser mi último gran torneo con la selección. Si te cuento cómo lo pasé el último verano tras la Eurocopa, cerraba los ojos y me veía en la tanda de penaltis. El aficionado que tiene más ganas de ganar no va a pelear más que yo. La gente no es consciente de lo que puede aportar una palabra positiva. Hay muchos españoles que quieren que le vaya mal a la selección", denunció.
"En otros países no pasa. En Italia en la Eurocopa ves el país lleno de banderas y en España hay gente que hasta lo critican o lo juzgan de una determinada manera cuando es fútbol, no política. No lo entiendo", añadió en unas declaraciones que desvían el foco de lo deportivo.
Los récords que tiene a tiro Morata, siente que no son suficientes como para extender su etapa con la selección española tras capítulos que le han marcado de forma negativa.
"Lo más grande que me pasa en mi carrera es cada vez que vengo a la selección. Me entran sudores cuando hay una lista, y a lo mejor he hablado con el míster y sé que voy a estar. Pero hay un momento en el que tienes que pensar si realmente merece la pena igualar a Fernando Torres o a Raúl, o realmente estar bien y ser mucho más feliz. Creo que juego mejor con la selección cuando el partido no es en España".
Se espera el respaldo público del seleccionador Luis de la Fuente en Berlín, en la víspera del estreno ante Croacia. A su lado no estará Morata tras sus palabras. Comparecerá el segundo capitán, Rodri Hernández, en vez del primero con el objetivo de devolver el foco a lo deportivo.
Roberto Morales